10. COMIENZA LA RUTA EN MOTO

Después de casi tres meses en India por fin me pongo a escribir con un poco de fundamento los Relatos de Viaje.

Esta primera etapa me ha traído desde Mumbai hasta Delhi, desde donde escribo estas líneas, pasando incluso una noche en Nepal por cuestiones burocráticas.

En las entradas aterrizando en India y Mr. Surender Singh os conté cómo fue la llegada a Mumbai y el traslado a Ulhasnagar donde preparé la moto antes de poner rumbo al Norte. Las siguientes paradas fueron Ahmedabad y Udaipur, dos visitas inolvidables. Esto fue lo que nos encontramos en Ahmedabad:



Los primeros kilómetros en India los recorrí con una amiga que llegó a Mumbai unos días más tarde que yo. Juntos dejamos Ulhasnagar a finales de marzo y llegamos a Ahmedabad en 2 tranquilos días de moto sin otro percance que el primer pinchazo del viaje: primer día de ruta, primer pinchazo.


La autopista que une Mumbai con Ahmedabad, y que sigue hasta Delhi, es una carretera sin sobresaltos: bien asfaltada, bien señalizada, sin paisajes dignos de mención... nada destacable. Aunque nosotros no vimos demasiado tráfico debe ser una carretera muy transitada a juzgar por la cantidad de hoteles que hay a sus lados, y los altos precios que cobran.


Llegamos a Ahmedabad con la intención principal de visitar el Instituto Indio de Administración, del arquitecto Louis Kahn, un impresionante campus con aulas, residencia para estudiantes y profesores, biblioteca, auditórium, jardines, zonas deportivas, etc.

El contraste entre la ajetreada y contaminada ciudad, y la sensación de sosiego y frescor del campus es bestial.

Hablando de escuelas, es significativo el elevado número de Institutos, Universidades y Campus que estamos viendo en India. Incluso enormes carteles publicitarios a los lados de las carreteras animando a los jóvenes pedir becas al gobierno para salir a estudiar al extranjero, Canadá, Australia, Singapur, etc.

Son muchos, unos mil doscientos millones, y los jóvenes no solo tienen hambre de avanzar, tienen ansia por ser grandes, los mejores, y lo están consiguiendo mientras en algunos sitios no dejamos de mirarnos el ombligo. Me ha recordado aquella frase de una padre chino a la puerta de un colegio en Bilbao: ‘algún día tu hijo trabajará para el mío’ ¡En Bilbao!

Estando en Ahmedabad era obligado ir a ver el pozo de Adalaj Vav, otra impresionante construcción ésta de más de 500 años de antigüedad. Sorprendentemente ni en el campus de Kahn ni en este pozo encontramos muchos visitantes.

En la siguiente entrada de este blog os contaré nuestra llegada al estado de Rajastán y las visitas a Udaipur, Pushkar y Jaipur.



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